sábado, 22 de noviembre de 2008

Todd Haynes: la apuesta por el artificio.

Tal vez no sea erróneo referirse a la manera de hacer cine de Todd Haynes como mero artificio. Apropiación camp de los clásicos del cine estadounidense como Citizen Kane o All that heaven alows, ya sea a modo de homenaje o pastiche postmoderno. Resemantización de viejos tópicos, reapropiación de técnicas narrativas y visuales que van dando lugar a todo un estilo propio.

Por un lado, en Velvet Goldmine (1998), Haynes sigue la misma estructura narrativa que Orson Welles en Citizen Kane. Aquí, el periodista Arthur Stuart debe investigar sobre la vida de Brian Slade, leyenda del glam rock inglés de los años 70. Los personajes que busca y entrevista son una clarísima evocación de los que aparecen en la película de Welles. Visita al amigo-manager, en silla de ruedas, y la esposa despechada y amargada, sentada sola en la mesa de un bar. Estos dos personajes, incluidos en atmósferas similares a los del otro film, sirven a Haynes para articular largos y complicados flash-back en los que el cambio de punto de vista es esencial para la construcción de un personaje que no intenta ser simplificadora. Los puntos de vista se multiplican mostrando la desconfianza en una verdad totalizadora. Es necesario escuchar la otra campana dirá alguno de los entrevistados.

Por otro lado, en Far From Heaven (2002) nos encontramos frente a la reelaboración del melodrama sirkiano de los años 50. Aquí el amor prohibido entre una esposa de la clase alta y un joven enfermero mucho menor que ella va un poco más allá, trasgrediendo diferencias raciales -Cathy se enamora de un negro- y de género -Frank se enamora de otro hombre. Esta relectura del melodrama se hace básicamente desde la apropiación gay y camp de los códigos del género. Dos herramientas esenciales para entender toda la obra del director.

La mirada gay atraviesa prácticamente toda su filmografía, desde su opera prima hasta sus trabajos más recientes, pasando por géneros tan disímiles como el terror, la ciencia ficción o el melodrama. En sus películas la homosexualidad es vista desde distintas perspectivas, como un crimen (Poison) o como una enfermedad (Far from heaven), incluso como factor de la revolución por venir, aunque quizás esta fracase y termine siendo sólo una moda (Velvet Goldmine). Sus personajes transgreden lo establecido y por eso mismo no logran una comunión con su entorno. Existen varios factores externos, sociales y culturales que los afectan, y que llevan a encerrarse sobre sí mismos. Nuestro periodista en Velvet Goldmine, condenado por sus padres y luego por sí mismo, huyendo de un pasado gay que inevitablemente retorna. Frank también auto reprimiéndose, negando lo que siente puesto que no es algo aceptado por el mundo en que vive, su atracción hacia el mismo sexo es considerando incluso como un desorden biológico. Una opresión que se vuelve pesadilla en Poison.

Asimismo, y tal vez por lo antes mencionado, los personajes de Haynes no evolucionan sino que permanecen siempre en el mismo punto. La incurable soledad de todos ellos, la desesperanzada opacidad del mundo y de su acontecer. El deseo vive reprimiéndose como lo hace en el joven prisionero. Asimismo, Cathy Withaker, vive inserta en una sociedad aburguesada y racista que la prejuzga y la condena, ella no podrá cambiar nada sino someterse a su destino. Al igual que tendrán que hacerlo las estrellas de rock en Velvet Goldmine. La hora del éxito es siempre efímera en un mundo de apariencias, el autoengaño muestra sus límites y la soledad abraza a quienes han formado parte este mundo de brillo y purpurina. No hay otro destino para el individuo que se enfrenta a la sociedad. No es otro es destino del científico en Poison, como así también la del niño marginado y el prisionero. La fatalidad trágica de Haynes es propia de la de un mundo donde el progreso no muestra más que las falencias al integrar al hombre en su comunidad.

Se podría decir entonces que este gran exponente del new queer cinema no hace más que mostrar a las personas como Ser-como-Representación-de-un-Papel, y esto se trasluce en la caracterización de sus personajes: Brian Slade se tiene que disfrazar para convertirse en una verdadera estrella de rock, los Whitaker del matrimonio ideal portador de los valores tradicionales. Pero tal vez, como el mismo Frank exprese, hay que ver qué se esconde debajo de tanto maquillaje. No todo lo que brilla es oro. Las familias no son perfectas sino incluso que engendran y ocultan dentro futuros criminales. La exacerbación del artificio, del adorno son elementos dentro de los films que aluden a esta idea de la vida como teatro. Brian Slade lo expone claramente al decir que el hombre no puede hablar de sí mismo, sino que es necesario darle una máscara para que diga la verdad.

Es la representación, la construcción del film la que muestra el artificio y así devela lo oculto. La multiplicidad de puntos de vista, el montaje de tres historias paralelas inconexas, es lo que da cuenta de un autor que no hace más que mostrarse en el proceso. La diseminación de referencias académicas, artísticas se traslucen en la estructura misma de la película, en los movimientos de cámara, en los diálogos y el encuadre. Referencias culturales al arte moderno, al arte abstracto o a la cultura pop, a escritores homosexuales como Oscar Wilde, Rimbaud, Verlaine o Genet. A su vez, podría decirse que sucede lo mismo desde lo visual, sus películas se asemejan a pinturas gracias a la paleta cromática que usa. En el caso de Far from heaven los colores otoñales crean un clima que acompaña la sensación de los personajes. No sólo evocando los colores saturados y la iluminación contrastada de la Technicolor en los ‘50, sino que apropiándoselos para darles un nuevo sentido. Al igual que sucede en Velvet Goldmine, colores fríos y cálidos contrastan dando una idea de las contradicciones internas de los personajes, creando climas de una sutil extravagancia, de un mundo por momentos casi irreal.

Se trata siempre del artificio. Además de los colores y decorados, la vestimenta: el ornamento, el detalle. Lo marcadamente atenuado y lo fuertemente exagerado: el andrógino en Velvet Goldmine. Los atuendos recargados de Brian Slade o de sus jóvenes seguidores, los modelos de la Sra. Whitaker. Borrar las marcas de la naturaleza o contradecirlas como los hacen los homosexuales en los films. Mostrar sus límites y ponerla al servicio del artificio. Abundan los árboles, las hojas que caen como en la maravillosa escena de Poison donde los escupitajos dirigidos hacia al muchacho se transforman en pequeñas hojas. La naturaleza que va marchitándose en Far from heaven. El otoño termina y el invierno deja una rama casi sin hojas, la desesperanza y la angustia del último plano no podrían complementarse de mejor manera con lo que le está sucediendo a Cathy en ese momento. La naturaleza muestra sus límites y se degrada en la piel del científico.

El artificio resalta la falta de correspondencia entre el ser y el parecer. De ahí la búsqueda constante de personajes cuya identidad se cuestiona, por eso mismo el giro hacia lo camp y lo sexualmente ambiguo de toda una generación.

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