sábado, 23 de junio de 2012

Prometheus o la nueva crítica a la razón instrumental de Ridley Scott



La nueva precuela de la conocida saga Alien ha revuelto el mundo de la ciencia ficción, trayendo debates y diversas interpretaciones sobre lo que realmente sucede en el film. Más dudas que certezas, misterios que revelaciones, hacen de este film de Ridley Scott una cita obligada para los amantes del Sci-fi.
La secuencia inicial nos muestra un humanoide de grandes dimensiones sacrificándose en un paisaje que bien podría ser la Tierra. Según los científicos protagonistas de esta historia,  Elizabeth Shaw y su pareja  Charlie Holloway, serían estos humanoides los que habrían dado origen a la vida como la conocemos. Ellos habrían sido nuestros creadores, desafiando toda teoría Darwinista y apoyándose en las pinturas rupestres milenarias que darían prueba del contacto de estos seres con los humanos., incluso dejando pistas de dónde encontrarlos. Y allí comienza el viaje del Prometheus hacia el planeta señalado, no para encontrar respuestas sino más preguntas.


Ahora bien, estas ansias por obtener el conocimiento y su castigo no son nuevas y el título del film no es nada casual. Por un lado, en la mitología griega Prometeo era un titán (tal vez la forma  gigantesca de los humanoides no sea tan casual después de todo) que roba el fuego eterno (fuego = luz, conocimiento, ilustración) a los dioses para entregárselo a los hombres para luego ser castigado por Zeus. Incluso en otra versión del mito es Prometeo quien da vida a los seres humanos a partir de un molde de arcilla. Luego, en la novela de Mary Shelley, Frankenstein o el nuevo Prometeo (primer texto de ciencia ficción), el mito se reinterpreta. El Dr. Frankenstein da vida a un ser inanimado, algo que solo Dios podía hacer. Este intento de ocupar un rol que no le corresponde, de encontrar los secretos de la vida terminan volviéndose en su contra. La criatura se convierte en una amenaza y él se ve obligado a buscarla para terminar con ella antes que acabe con todos sus seres queridos. Es decir que en la novela, Frankenstein, el nuevo Prometeo, es castigado no por los dioses sino por su propia creación. En el film esto se repite en varios planos. Por un lado, los humanoides planeaban volver a la tierra para terminar con la vida humana. El planeta donde desciende la nave parece ser una base estratégica donde las armas de destrucción masiva para este fin (una especie de virus) son almacenadas. Sin embargo, los científicos con ayuda del androide David descubren que este mismo virus o arma biológica se volvió en contra de los humanoides, exterminándolos. Esto se ve en las imágenes almacenadas en la nave alienígena donde resulta que uno de estos seres había sido congelado.  Ante la necesidad de encontrar respuestas deciden revivirlo. David está buscando el secreto de la vida eterna, única forma de mantener con vida a su amo ya moribundo. Y tal vez por desafiar nuevamente el designio de Dios (sólo Él tiene vida eterna), la criatura que parecería tener la respuesta, su creador, termina matándolos a todos excepto a Elizabeth quien logra sobrevivir. Y ahora, aquí viene un punto de giro interesante.  Elizabeth se salva porque este humanoide es atacado por el feto alienígena engendrado por ella y Charlie ya infectado con el virus. De esa coalición nace Alien como lo conocemos. Especie que empezará a incubar miles de huevos que atacarán a los seres humanos de Nostromo y del resto de la histórica saga. Todo esto no es más que una cadena de alteraciones genéticas que demuestran que el avance de la ciencia se ha escapado de las manos no solo de los hombres sino de los extraterrestres. . Así como en la novela de Shilley se habla de un castigo por el mal uso de la tecnología y el mal como consecuencia de ello, acá no hay muchas diferencias. Finalmente todos son castigados (humanos, creadores, androides). Todos han desafiado a Dios e intentado ocupar su lugar. Tema no menor en Prometheus. Elizabeth siempre lleva consigo una crucifijo. David el androide no logra entenderlo, e intentará cuestionar racionalmente esta creencia, siempre poniendo en duda el lugar de Dios, apoyándose en la ciencia y sus avances. Y si bien Elizabeth tiene un momento de crisis, luego de la muerte de Charlie y de recordar la trágica muerte de su padre por motivos similares (el virus del Ebola), ella se mantiene firme en la fe hasta el final. Y tal vez no sea casual que sea ella la única que se haya salvado. Sin embargo, el final nos deja vislumbrar otro futuro para ella. En vez de regresar a la Tierra con la ayuda del androide, ella decide ir al planeta de los creadores para descubrir por qué querían matarnos. Nuevamente ¿el afán del conocimiento nos llevará a una secuela y una  nueva ola de muertes? Lo veo venir.


Mejor escena: la auto operación de Elizabeth para extraerse el feto alienígena. Esta muchacha ha demostrado que es una gran actriz (y sino a vean la saga Millenium, la actriz de Fincher en la versión gringa The Girl with the Dragon Tatoo no le llega ni a los talones).

3D. Vale la pena sobretodo la primer secuencia. Hacer un buen uso de la tecnología es poner el recurso técnico al servicio de la narración. Ahora  ya aprendimos que no hay que abusar. Todo en su justa medida. Scott lo logra.



2 comentarios:

Pulfer dijo...

No dejaría de lado la simbología sexual que tiene no solo esta pelicula, sino toda las sagas de alien tambien. Las formas (el huevo, la nave uterina, las incubadoras, el bicho con forma de pene que mata metiendose en la boca del humano!). La creacion, pero tambien desde la procreacion, y el aborto y la muerte, la suciedad y su relacion con el sexo y, mas en esta peli que en las otras, la religion que se mete ahi en el medio, a hacer quilombo, como siempre. Son re porno todas las alien.

Kelawer dijo...

Muy cierto.